martes, 4 de enero de 2011

"De aristocracias arrabaleras I"

Fue un año cansado el 2010, esa “aristocracia arrabalera” consumía todo lo que vivía, todo lo que anhelaba, todo lo que sentía, difícil es muchas veces romper cadenas, más cuando tenés vendas en los ojos que hacen que perdás tu libertad. Cerró el año con un gran hecho, el lograr romper las cadenas y el hecho de arrancar esas vendas que han obstaculizado tanto, y que han hecho que perdiese tantas oportunidades grandiosas. En el 2010 se puede decir que el muchacho fue “flaco consigo mismo” como dice el genio de Horacio Ferrer, mas empieza nuevo año y es hora de volver a concentrarse, de tomar el rumbo. Es corta la vida como para desperdiciarla en pequeñeces…

lunes, 27 de diciembre de 2010

Pavadas y Vientos

Mientras caminaba durante una fría noche de San José, J. movido por aquel impulso reacciona nadie sabe el porqué, pienso yo que fue seguramente gracias a una ráfaga de viento que le ha puesto a funcionar la mente en la manera correcta. Esa noche fría y negra, donde se veían más estrellas que almas pensaba:
-No me quiere el azar, es bueno dejarse llevar por él, cuando llega solo, pero cuando lo busco nunca logro gambetearle y termino tropezando y si me va realmente mal quedo tendido en el suelo.
J. Pensaba en eso mientras recordaba una canción, esa canción que le había tomando durante esos tiempos; vivía buenos tiempos, pero en ese momento, justo en esa ráfaga de viento entró en conciencia. Había sido torpe; entre tanta cosa que alabarle al muchacho siempre había tenido un pecado grandísimo, su inocente torpeza.
Era una noche peligrosa, pero en ese momento lo único que le asaltaba eran sus pensamientos, la razón le ha tocado de nuevo; y nada lo dejaba más malherido que eso: su propia razón, ese fantasma más negro que la noche josefina, lo carcomía de a poquitos.
-¡He sido un completo gil!- se decía a sí mismo en voz alta mientras intentaba completar su travesía, nadie le escuchaba solo un puñado de estrellas y una enorme luna amarillenta eran sus confidentes. Y mientras encendía un cigarrillo ya arrugado de su estancia en el bolsillo continuaba con su discurso:
-¡De que te sirve saber tanta mierda! ¡Tantos años de libros, de estudio, de clases! Seguís siendo un bruto, porque bruto es aquel que no aprende a dominarse, cualquiera domina un idioma, una profesión, una clase o a una persona, pero inteligente es aquel que sabe ponerse freno a él mismo, ¡dejá de exponerte idiota! ¡Tomá el control tus emociones! Es hora ya de que tomés la rienda de esto, estás viviendo bien, pero seguís cometiendo el mismo error de toda una vida, el ser torpe a conciencia. ¡De nuevo enviarás al bote de la basura lo bueno que hacés y las grades oportunidades que te vuelve a dar la vida en este momento!
-Serenate, poné de nuevo esa cabeza fría, que la persona que se mueve solo por sus nimios caprichos no llega a nada, y lo poco que tiene lo despilfarra. ¡Centrate hombre! Viví, te queda mucho por vivir, mas vivilo con inteligencia, sin soltar el timón, medí la tormenta y aprendé a sobrellevarla, pero con cautela y tomando las previsiones del caso.
-El azar es bueno, es una delicia dejarse llevar, al igual que el albatros se deja llevar por los vientos marinos; pero al igual que éste; tenés que saber que si lo hacés no es solo por capricho, sino que lo hacés por que tenés un fin en concreto.
-Che fea esa palabra concreto, ¿qué puede ser concreto a esta edad?- Sos un necio J. – él mismo se contradecía- en una vida tan corta todo debe ser concreto para no ser un maldito miserable. Dejate de tanto romanticismo que no te lleva a nada, no sos un Werther, sos un pibito que debe tomar la vida por los cuernos, pero hacerlo con las manos de la razón, tanta emoción solo te lleva al caos, y eso no te sirve. Mecete al son del destino, pero no te cegués en la estupidez, que tenés todo lo necesario para no ser uno de esos tantos que se andan tambaleando como un abejón por las callejuelas más negras y apestosas de sus vidas. Pensá en que debés caminar con la frente alta c’est tout mon petit mec.
-¡Increíble todas las pavadas que podés pensar mientras caminás con estos vientos del demonio!-se decía- Lo importante acá es que hoy le hice la gambeta al azar ¡y vaya que bien hecha! Me termino este café y a la cama, ¡hoy puedo dormir en paz!
Después de ese café y otro cigarrillo J. se ha dado cuenta que la ruta le cambió el sentido.

domingo, 26 de diciembre de 2010

¿Será que el tiempo lo pone todo en su lugar? II



Un valsecito que me encanta y que quiero compartir por acá, fue el que le dio el nombre a la entrada anterior.

No sé. Grupo: Otros Aires

sábado, 25 de diciembre de 2010

¿Será que el tiempo lo pone todo en su lugar?

Últimamente mis amigos twitteros y yo conversamos muchísimo, casi siempre rodeados de café o de una cerveza y un tema que ha sido recurrente en nuestras conversaciones es el de cómo hemos cambiado en un año, meses o semanas y todos con base a esto nos ponemos a hacer memoria de los tiempos pasados, de vez en cuando se nos esboza una sonrisa y a veces se nos pianta un lagrimón como dice un tango por ahí.
Lo importante acá no es ese tiempo pasado, eso ya lo viví, esas alegrías y tristezas no las volveré a sentir; lo único que me queda de eso es la experiencia, ese aprendizaje que me hace crecer personalmente; lo que vale la pena es que gracias a las circunstancias; cuales sean; hicieron que me desligase de esos días anteriores; para abrazar un nuevo presente, es hora de disfrutar una nueva etapa en mi vida. Estoy creciendo, los días no pasan en vano.
Qué importante es para nosotros aprender a dejar de lado aquello que ya no podemos seguir tomando de la mano, la vida debe fluir como un río, tengo que aprender a fluir; y lo estoy haciendo, la ciencia es saber que como dice otro tanguito por ahí “El tiempo lo pone todo en su lugar” y eso es lo que me ha pasado, el tiempo me ha acomodado. Vamos creciendo compañeros estamos dejando aquello que debemos dejar.  
¡Así que ha esta nueva etapa le doy la bienvenida!

viernes, 24 de diciembre de 2010

La milonga

Todo el acto transcurre en una cuenta de ocho tiempos, lo mínimo, lo básico; pero así es. En esa pequeña cuenta todo puede suceder, absolutamente todo, risas, diversión, vergüenzas, lágrimas, frustraciones, tropezones y si te jodés mucho; caídas.
Al fin de cuentas no es tan difícil de resolver el asunto, toda basta en el pecho inflado y en el buen abrazo, la ciencia de esto es la conexión. Conectándote con todo eso que te hace sentir, con eso que sujetás, con eso que jugás y bailás, abrazándote a la falda del cielo como si te fueras a caer, aunque sepás que no caerás porque estás en el cielo.  Ese cielo es el tango, ese pensamieto triste que se baila como decía Discepolín. Triste sí, a veces ; mas divertido, rico, bueno. Así es la vida, ese espectro de emociones y sensaciones, las sentís siempre en esa cuenta de ocho; siempre una sorpresa, hasta caer podés; pero igual lo importante está en ese abrazo fuerte y esa conexión. Por eso la vida es una milonga.

¡qué te importa!

¿Che si lo fundamento qué? No es tu problema. Hace tiempo que me he dejado ir en la absurdidad de una letra. Sabés, una letra explica mejor la vida, que cualquier otra teoría. Porque las canciones las vivís, las hacés tuyás, las sentís; pero las teorías tenés que comprenderlas y ahí todo se fue al traste.
Así que dejame de joder. Yo vivo como quiero, vivo milongueando.
PD. Ce fini!

"La última curda"

No es de extrañarse que entre tantas cuestiones especiales que el chaval tiene en este momento, sea un tango el que lo “anime” a escribir torpezas en un blog. Esto será “la última curda” un blog inspirado en ese tango que te cala hasta el alma.  Ojalá pudiera decir que esta es mi última curda, ojalá pudiese cerrar ese telón, mas no será hoy, al hombre le falta mucho.
Pero en este país gris, y vaya que es gris falta mucho que hacer así que entrémosle, “ya sé que me hace daño y yo sé que te lastimo” pero que importa disfrutemos, milongueemos y vivamos, solo hay una vida y es corta, por eso escribamos un poco…